Así como sabemos que es importante elegir qué pastilla vamos a usar para pulverizar de acuerdo al tratamiento que debemos hacer y a las condiciones climáticas durante la pulverización, es fundamental entender que debemos lograr un caldo que se mantenga homogéneo y estable.
Lograr un caldo en esas condiciones es la única manera de asegurar una pulverización que impacte con la misma cantidad de principio activo sobre toda la superficie del lote. Y ¿Cómo lo logramos? Con un buen sistema de agitación del equipo pulverizador.
Creer que solo el retorno agita el caldo, es un error muy común. Debemos asegurarnos que el equipo posea un sistema de agitación hidráulica que funcione todo el tiempo garantizando el correcto mezclado de los agroquímicos.
Si esto no sucede, tendremos áreas del lote donde las dosis de agroquímicos no serán las correctas (con sobre o subdosificación) y además estamos expuestos a que los caldos se corten por falta de agitación.
Cada peso invertido en los tratamientos debe llegar al blanco, por eso hay que cuidar todos los detalles del proceso de aplicación.