El PH óptimo del caldo de aplicación debe ser inferior a 7, sin embargo, el PH de la mayoría de las aguas de la provincia de Bs. As. es mayor a 8. Este factor, sumado a la cantidad de cationes disueltos en el agua, provoca que un porcentaje importante de los activos se degraden en el tanque de la pulverizadora antes de llegar al blanco (estas pérdidas pueden rondar hasta un 30%).
El agua es el principal vehículo de transporte de los fitosanitarios hacia el blanco, y si sus propiedades fisicoquímicas no son las adecuadas, puede influir negativamente sobre su performance, haciendo necesario en muchos casos aumentar dosis o repetir tratamientos. Esto conlleva gastos que se incrementan e impactos sobre el medioambiente que pueden evitarse.
Es por eso que resulta importante conocer las propiedades del agua que utilizamos y así poder acondicionarla si hiciera falta.
Los parámetros a tener en cuenta en son:
- pH –acidez/alcalinidad
- Dureza (Minerales disueltos en el agua)
Tanto pH elevados (+ de 6) o muy bajos (- de 4) pueden degradar el activo por hidrólisis, o sea la inactivación por disociación del activo. En el caso de la dureza del agua, la efectividad de los tratamientos puede disminuir al afectar la capacidad de emulsionante y dispersante de la misma: Se pueden precipitar o formar complejos y esto reduce la absorción del fitosanitario.
En Cuthill desarrollamos Quick Water, agente coadyuvante, regulador de PH y secuestrante de cationes que posee agentes quelantes y controlador de espuma; para ayudarte a corregir las propiedades del agua que estás utilizando y mejorar la performance de tus pulverizaciones.
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